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Sobre el TOC

¿Qué es el TOC?

El TOC es un trastorno mental que se caracteriza por la presencia de pensamientos obsesivos (obsesiones) y actos compulsivos (compulsiones):  

Las obsesiones son ideas, imágenes o impulsos que interrumpen una y otra vez la actividad mental de quienes lo padecen. Estos pensamientos suelen ser siempre desagradables, y las personas intentan resistirse a ellos y controlarlos, sin llegar a lograrlo. Es decir, las obsesiones son involuntarias, intrusivas, de carácter egodistónico (van en contra de los valores personales), por lo que generan un nivel de malestar muy elevado (incomodidad, miedo, culpa, vergüenza, ansiedad…) 

Las compulsiones o rituales, son comportamientos que se repiten una y otra vez intentando aliviar el malestar que provocan las obsesiones. Estas pueden ser físicas (decir algo en voz alta, lavar en repetidas ocasiones, repetir acciones, ordenar o clasificar objetos, etc.), y mentales (pensar en números, rezar o decir ciertas frases mentalmente, esforzarse por pensar en algo diferente, etc.). 

 

En definitiva, las compulsiones son estrategias que la persona pone en marcha para afrontar o reducir el malestar que causan las obsesiones, pero esto solo se consigue de manera momentánea: el pensamiento obsesivo vuelve una y otra vez, por lo que el ritual cada vez será repetido en mayor medida, entrando en un “bucle” o incluso en un bloqueo mental. Estos rituales  pueden ocupar a los afectados gran parte de su tiempo, llegando a ser incapacitantes para desarrollar las tareas cotidianas del día a día.

Además de los rituales, otras estrategias frecuentes que emplean los afectados para reducir la ansiedad y el malestar que generan las obsesiones son la evitación y el escape, buscando formas de evitar enfrentarse a posibles estímulos que puedan provocar las obsesiones y compulsiones. Por ejemplo, dejar de asistir a reuniones o eventos sociales por miedo al contagio, no utilizar el transporte público, llevar cubertería propia a los restaurantes, etc. Así como nos referimos a “escape” cuando, una vez estando propiamente dentro de estas situaciones, el afectado las abandona para reducir el nivel de ansiedad o prevenir un posible ataque de pánico. 

Este tipo de comportamientos pueden llegar a condicionar de forma considerable las actividades de la persona e, incluso, las de quienes conviven con ella (familia, amigos, pareja, compañeros de trabajo…)

Así, el TOC es una condición que puede interferir en todas las esferas de la vida de quien lo padece.

Sintomatología asociada al TOC
Cada persona tiene su experiencia de vida particular y sus propias características individuales, pero se han encontrado en el TOC ciertos aspectos del comportamiento que tienden a repetirse
  • Intolerancia a la incertidumbre:
    necesidad de mantener todo bajo control como principal medio para obtener un entorno seguro o “zona de confort”, ya que a menudo se presentan grandes dificultades a la hora de afrontar situaciones inesperadas o desenvolverse en situaciones ambiguas.
  • Sobreestimación de la amenaza: 
    se magnifica la probabilidad de que ocurran acontecimientos o situaciones catastrofistas.
  • Perfeccionismo: 
    dificultad a la hora de tolerar errores, lo que lleva a buscar en todo momento la perfección y la forma de aproximarse a ella. Esto a menudo puede originar que se revisen las cosas una y otra vez.
  • Responsabilidad excesiva: 
    se construyen reglas de comportamiento cuya finalidad es hacer siempre lo correcto o lo moralmente aceptable, lo que en muchas ocasiones deriva en sentimientos de culpabilidad cuando no se consiguen alcanzar.
  • Creencias sobre la importancia de los pensamientos:
     se magnifica la importancia de los pensamientos propios y sus significados. De aquí surge la necesidad de controlar dichos pensamientos.
  • Rigidez de ideas: 
    En muchas ocasiones ciertas ideas se caracterizan por su rigidez, sin atender a cualquier argumentación que pueda modificarlas.

Los pensamientos y las compulsiones serán distintos dependiendo del tipo de TOC que sufra el afectado.

Tipos de TOC

El TOC puede tener mil caras, tantas como miedos, dudas e ideas pueda llegar a manifestar una persona. Es por eso que existen diferentes clasificaciones, no necesariamente excluyentes entre sí, que pretenden agrupar los distintos tipos de TOC en base a características comunes para facilitar su comprensión, evaluación y tratamiento. Una misma persona puede verse identificada en más de un tipo de TOC o haber variado sus obsesiones y compulsiones a lo largo de su vida.

TOC de comprobación o verificación

Los afectados con este tipo de obsesiones inspeccionan o comprueban repetidas veces cualquier cosa por miedo a que pueda suceder un desastre, el cual no tiene por qué estar directamente relacionado con el objeto o situación a comprobar.

Aunque generalmente estas comprobaciones suelen ser referidas a aparatos domésticos (calentador, gas, grifos, luces, puertas, ventanas, etc.), también pueden darse compulsiones relacionadas con la realización de tareas concretas (cerrar el coche, revisar trabajos o informes, revisar si un correo se ha enviado correctamente, preguntar a otras personas acerca de estas acciones para verificar que se han llevado a cabo…)

Las obsesiones en este caso surgen al sobrevalorar la probabilidad de que tenga lugar alguna situación catastrófica (provocar un incendio, dejar la casa abierta, repercutir negativamente en los intereses del trabajo o estudios…), bien sobre ellos mismos o sobre las personas de su entorno. Estas conductas frecuentemente van seguidas de una fuerte duda acerca de si la comprobación ha sido adecuada o no, lo que conlleva que el ritual entre en bucle.

TOC de repetición

En este caso, los temores u obsesiones están relacionados con la anticipación de que va a tener lugar algún tipo de situación problemática o catastrófica (accidentes de tráfico, enfermedades, muerte de algún familiar, problemas en el trabajo, en los estudios…) Así, las compulsiones en este tipo de TOC tienen como finalidad prevenir la ocurrencia de estos acontecimientos negativos, o que alguno de esos pensamientos se convierta en realidad.

La forma de neutralizar dichas obsesiones es repetir de forma continuada una acción cotidiana: tocar el picaporte de la puerta, santiguarse repetidamente, hacer muecas, tragar saliva varias veces, vestirse y desvestirse… Estas acciones suelen realizarse un número determinado de veces, establecido por el propio afectado (algún número par, un número que esté por encima de 10, etc.)

TOC de orden y simetría

Los afectados con este tipo de TOC experimentan la necesidad de que las cosas a su alrededor estén de acuerdo a un orden concreto o según distribuciones simétricas, siendo capaces de detectar rápidamente cualquier modificación que se realice sobre las mismas. Debemos tener en cuenta que este “orden” no siempre debe tener un carácter lógico, y puede parecer totalmente “desordenado” a ojos de los demás.

Las compulsiones más habituales suelen ser conductas que les ayuden a restablecer este orden y simetría ansiados, realizando tareas de forma meticulosa o siguiendo una secuencia muy exacta. Esto a menudo implica una lentitud muy notable, y la dedicación de gran cantidad de tiempo a tareas que habitualmente no lo requieren.

TOC de contaminación y limpieza

Es el tipo de TOC más conocido. La obsesión por la limpieza consiste en un miedo excesivo a la contaminación y al contagio. Las personas afectadas experimentan una intensa sensación de asco o repugnancia al tocar algún objeto (o a otra persona) que, a ojos de ellas, se encuentren contaminados. Esto significa que, el que el objeto esté limpio realmente o no, no es lo relevante, si no la percepción en sí misma del afectado. Se puede desarrollar temor, por ejemplo, a tocar la barandilla de unas escaleras, los botones de un ascensor, la bolsa de basura, o a determinadas situaciones que impliquen contactos sociales o acudir a ciertos lugares o eventos (hospitales, reuniones sociales, transporte público, etc.)

Para reducir el malestar que originan estos pensamientos, se realizan rituales de limpieza que implican mucho tiempo y generan una frustración excesiva. Estas compulsiones pueden ser muy extensas y abarcar aspectos como la higiene personal, la limpieza de la casa, del entorno, de otras personas…

La propia higiene personal puede convertirse en una fuente de mucho estrés. Como el cuerpo “se mueve” por muchos sitios, puede estar casi siempre “contaminado” según la propia percepción de un afectado con TOC. Esto puede llevarles a ducharse durante más de una hora o en varias ocasiones, realizar lavados de manos hasta el punto de hacerse heridas, lavar la ropa cada vez que se sale de casa o incluso tirarla, etc.

No obstante, estos rituales a menudo no suelen ser suficientes, incluso si han limpiado algo durante horas y horas. Nunca están satisfechos ni tranquilos con el resultado, llegando a desarrollar una preocupación por la limpieza que puede llegar a ocupar todo el día e imposibilitando un funcionamiento normativo en el día a día.

TOC de acumulación

Las obsesiones en este tipo de TOC, también conocido como síndrome de acaparador compulsivo, se relacionan con la necesidad de guardar todo tipo de elementos, experimentando temor de tirar algo importante que puedan necesitar en un futuro. Pueden acumular gran cantidad de cosas innecesarias e insignificantes que no tienen ningún tipo de valor, pero que al mismo tiempo son incapaces de deshacerse de ellas: ropa, periódicos antiguos, botellas vacías, piezas rotas de cualquier objeto, tickets, publicidad… No se debe confundir este TOC con el llamado síndrome de Diógenes.

TOC somático o hipocondríaco

Este TOC está caracterizado por pensamientos obsesivos relacionados con la propia salud y el temor a desarrollar cualquier tipo de enfermedad grave a partir de algún síntoma, por pequeño que sea (un grano, un virus, una lesión, fiebre, náuseas…) Los afectados emplean mucho tiempo realizándose pruebas médicas, visitando especialistas, buscando la respuesta a sus síntomas (ya sean reales o psicosomáticos) por internet, etc. Estas preocupaciones también pueden manifestarte dirigidas al entorno familiar o social, llegando a experimentar temor por la salud de los más allegados, lo que les lleva a estar constantemente pendientes de ellos y a preguntar compulsivamente cómo se encuentran.

TOC agresivo o fobias de impulsión

En este tipo de TOC las obsesiones que tiene el afectado son las de hacer daño a ciertas personas o a uno mismo. Este temor se suele materializar a través de imágenes intrusivas (empujar a alguien por las escaleras, golpearle, autolesionarse, lanzarle algún objeto…), lo que conlleva un gran malestar y un fuerte sentimiento de culpa.

Las estrategias de neutralización van destinadas a impedir que se desarrollen los posibles actos de violencia: evitar quedarse a solas con la “víctima”, retirar objetos que podrían utilizar para hacer daño, intentar prestar atención y realizar conductas positivas hacia esa persona (hacerle algún halago, favor…) En definitiva, este tipo de TOC se caracteriza por un temor desorbitado a perder el control y poder llegar a causar algún tipo de daño a alguien o a uno mismo.

TOC puro o mental

Los obsesivos puros, al igual que el resto de afectados con TOC, experimentan obsesiones de forma muy continuada con contenidos valorados como desagradables y egodistónicos. La particularidad en este caso es que la mayor parte de las compulsiones realizadas para neutralizar las obsesiones son mentales. Los conocidos como “rituales cognitivos” son pensamientos reiterados en forma de diálogos con uno mismo, cuya finalidad también es reducir el malestar producido por las obsesiones. Es común repetir palabras, frases o números con el fin de aliviar la angustia.

Las compulsiones mentales se confunden frecuentemente con las obsesiones porque son conductas encubiertas en lugar de motoras: la diferencia fundamental es que las obsesiones generan ansiedad y las compulsiones buscan reducirla o prevenirla. La ausencia de conductas compulsivas identificables a simple vista supone un añadido considerable de dificultad a la hora de la detección, evaluación, diagnóstico y tratamiento.

TOC relacional

Comúnmente denominado como TOC de amores, es un tipo de TOC donde la persona que lo sufre tiene pensamientos intrusivos desagradables en relación a su pareja y su situación sentimental. Los temores más frecuentes hacen referencia a la idoneidad de su pareja (si es la adecuada o no, las posibles expectativas de futuro con ella…) y la veracidad de los sentimientos que le procesa (“¿la quiero realmente? ¿Mis sentimientos son suficientes?), el grado de atracción física, deseo sexual, etc. Estos pensamientos no son necesariamente generados por una mala relación de pareja, esta puede ser perfectamente funcional y satisfactoria.

TOC homosexual

Este tipo de TOC en muchas ocasiones es mal diagnosticado como una “homosexualidad reprimida,” lo cual causa aún más angustia en las personas que lo sufren. Los afectados experimentan pensamientos intrusivos sobre la posibilidad o no de ser homosexual, independientemente de la orientación sexual. Los rituales de estos afectados suelen ir orientados a comprobar y verificar la posibilidad de ser homosexuales a través de imágenes, vídeos, o imaginando posibles situaciones con personas del mismo sexo y si estas les excitan. Estos pensamientos intrusivos no necesariamente deben estar vinculados a actitudes homofóbicas.

TOC religioso o moral

Las ideas obsesivas asociadas a este tipo de TOC tienen que ver con fuertes temores a cometer actos considerados como inmorales y poco éticos o tener pensamientos impuros. Este TOC suele estar asociado frecuentemente a ideas religiosas, con un miedo persistente a pecar, cometer blasfemia, o no ser lo suficientemente bueno como persona. Las personas con TOC religioso tienen un gran nivel de justicia y buscan en todo momento hacer lo “correcto”, lo que puede conllevar dificultades para la toma de decisiones, cuestionándose la moralidad de las mismas. Los rituales más frecuentes hacen referencia a la práctica de rezos o lectura de las escrituras de forma compulsiva, santiguarse, ir a misa cada día…

TOC mágico-supersticioso

Las obsesiones del TOC supersticioso poseen un fuerte componente de pensamiento mágico; es un tipo de pensamiento “absurdo” asociado a la ocurrencia de situaciones catastróficas  y desastrosas, que debe ser neutralizado por medio de  determinadas conductas o imágenes. Los afectados tienen la sensación de que si no hacen determinado ritual, algo malo les puede suceder (a ellos mismos o a su entorno social). Aunque en ocasiones pueden reconocer que no tiene sentido, no pueden evitar de hacerlo por miedo a que pueda suceder aquello malo que temen.

TOC numeral o numérico

Las obsesionados en este caso están relacionadas con los números y la forma de interactuar con el entorno a través de ellos (contando coches, farolas, las veces que se repite determinada palabra en una conversación…). Se busca dar sentido a los números que les rodean cambiándolos mediante operaciones matemáticas o criterios propios.

Aquí hemos presentado algunos de los tipos de TOC que se dan de forma más frecuente en la práctica clínica, pero existen muchos otros, cada uno con sus propias particularidades. Además, es necesario añadir que el TOC es un trastorno mental que evoluciona y presenta cambios a lo largo del tiempo para el afectado; por ello muchas veces se dice que el TOC “muta” y no permanece estático.

¿Qué causa el Trastorno Obsesivo-Compulsivo?
Las diferentes investigaciones en el campo del TOC no han arrojado resultados que identifiquen una única causa por la cual una persona puede desarrollar este trastorno, si no que apuntan hacia la combinación de diferentes f tipo neurobiológico, genético, conductual, cognitivo, y ambiental.

Factores neurobiológicos

La presencia de un desequilibrio químico en el cerebro puede hacer que las personas sean más vulnerables al desarrollo de los síntomas del TOC. Los neurotransmisores son los agentes químicos del cerebro responsables de enviar los mensajes de un área determinada del cerebro a otra, entre ellos, la serotonina.

Factores genéticos

Parece haber una predisposición genética a padecer TOC. Hay familiares de primer grado de pacientes con TOC que presentan también este trastorno o bien informan de rasgos obsesivos. Si existen antecedentes familiares de otros tipos de ansiedad, las personas son más susceptibles de presentar los efectos del TOC.

Factores ambientales

Las experiencias tempranas y los estilos de aprendizaje, pueden predisponer al TOC. Además hacen que se elaboren toda una serie de creencias sobre el daño y la responsabilidad que favorece a que se construya una valoración negativa sobre los pensamientos intrusivos propios del TOC. La mala interpretación de los pensamientos intrusivos conducen a comportamientos compulsivos para tratar de resistir, bloquear y neutralizar los pensamientos obsesivos.

El TOC suele empezar a manifestarse durante la infancia o la adolescencia. Su evolución suele ser progresiva, aunque puede aparecer también de forma repentina ante un acontecimiento concreto como desencadenante. Se considera como un trastorno crónico, aunque cursa con periodos de mejoría clínica notable.

Factores de Riesgo del Trastorno Obsesivo Compulsivo

  • ⚠️Antecedentes personales o familiares de trastornos mentales
  • ⚠️Falta de implicación de los padres en la crianza
  • ⚠️Ser víctima de abuso físico, sexual y/o emocional
  • ⚠️Conflictos familiares y en otras relaciones sociales
  • ⚠️Situaciones muy estresantes para la persona
  • ⚠️Carencia de una red de apoyo

Consecuencias del Trastorno Obsesivo Compulsivo

Las personas que sufren TOC y que no tienen acceso a un tratamiento adecuado pueden ser susceptibles de presentar distintos efectos negativos a largo plazo, pudiéndose cronificar en el tiempo.

  • Fracaso académico
  • Desempeño laboral deficiente
  • Afectación de las relaciones interpersonales y aislamiento social
  • Consumo de tóxicos y predisposición a generar adicciones.
  • Pensamientos y comportamientos suicidas

Cuando los individuos sufren del trastorno obsesivo-compulsivo, es común que también experimenten síntomas característicos de otros trastornos mentales. Los trastornos que más comúnmente ocurren junto con el TOC incluyen:

  • Trastornos ansiedad (t. de pánico, t. de ansiedad generalizada, t. ansiedad social, fobias específicas…)
  • Trastornos depresivos
  • Trastorno bipolar
  • Trastorno de estrés postraumático
  • Trastorno de tics
  • Trastornos de la conducta alimentaria
  • Trastorno relacionados con sustancias y trastornos adictivos
Hay que saber…
  • El TOC es miedo y duda, creer y atender esos pensamientos, lo alimenta
  • No hay que esperar a sentirse bien para actuar, hay que actuar para sentirse bien
  • Si luchas puedes perder, si no luchas estás perdido
  • “Yo no puedo cambiar…” cuando más pienses esto, más necesitas hacerlo
  • La vida es una aventura y cambia continuamente, hay que cambiar con ella
  • Hay dos cosas imprescindibles en el camino de la recuperación: actitud positiva y sentido del humor
  • Nos guste o no, esta lucha es nuestra y solo tú tienes la llave
  • Pedir ayuda y aprender sobre qué nos sucede son los primeros pasos para la recuperación
  • Los grupos de ayuda son grandes herramientas para aliviar el malestar, y poder vencer junto a otras personas que tienen TOC o son familiares
  • Cambiar la conducta, cambia nuestro cerebro
  • Hay que salir del “armario” y dar la cara: el coraje de un testimonio eleva el poder de una historia
  • No creas todo lo que piensas